

En un contexto marcado por la escasez hídrica y el crecimiento acelerado de la urbanización, el Gobierno de Mendoza dio luz verde a un ambicioso proyecto para mejorar la gestión del agua potable en Luján de Cuyo. A través del decreto 1339, publicado en el Boletín Oficial, se ratificó un convenio con la Municipalidad para financiar la instalación de medidores en cuatro sectores estratégicos del departamento.
El plan contempla una inversión de $17.500 millones y se ejecutará en las cuencas de Vistalba, Ciudad, Drummond y Carrodilla. El objetivo central es implementar un sistema de micromedición que permita un control más eficiente del consumo, detectar pérdidas y fomentar un uso racional del recurso, especialmente en un escenario de creciente presión sobre la infraestructura.
La obra será financiada por el Fideicomiso de Administración de Fondos por Resarcimiento de los Daños de la Promoción Industrial, una herramienta que permite canalizar recursos hacia proyectos de infraestructura clave. La Municipalidad deberá devolver el monto en cuotas, utilizando ingresos propios y fondos provenientes de la coparticipación provincial.
Además, el convenio establece que la Provincia deducirá automáticamente las cuotas del préstamo de los fondos coparticipables, lo que otorga previsibilidad financiera al acuerdo. A nivel local, el Concejo Deliberante ya había autorizado al Ejecutivo municipal a firmar este tipo de convenios, comprometiendo recursos futuros para obras de saneamiento y mejora de servicios básicos.
El sistema de micromedición que se pondrá en marcha forma parte de una estrategia más amplia para modernizar las redes de agua potable. Los estudios técnicos advierten que la infraestructura actual opera bajo alta presión, producto del uso intensivo del recurso y del aumento constante en la demanda.
Los medidores permitirán no solo hacer un seguimiento más preciso del consumo, sino también identificar rápidamente fugas y consumos anómalos. Esta tecnología resulta clave para enfrentar los efectos del cambio climático, que agravan el estrés hídrico en zonas densamente pobladas como el Gran Mendoza.
La obra beneficiará a miles de vecinos de Luján de Cuyo, que verán una mejora progresiva en el servicio y mayor conciencia sobre el uso del agua. Para el Gobierno provincial, se trata de un paso decisivo en la construcción de un sistema de gestión hídrica más eficiente y sustentable, acorde a los desafíos ambientales y demográficos del presente.