

Por tercer año consecutivo, la excelencia del vino argentino volvió a brillar en el International Wine Challenge (IWC), uno de los concursos más importantes del mundo en materia vitivinícola. En esta edición, el galardón al Mejor Malbec Internacional fue para el Phebus Gran Reserva Malbec 2023, elaborado por la bodega Fabre en Mendoza. Además de llevarse el trofeo al mejor de su categoría, obtuvo medalla de oro y 96 puntos, otorgados por un jurado de 250 expertos internacionales.
El concurso, que se celebra todos los años en Londres, premia a los mejores vinos del mundo por varietal y estilo, con estrictas catas a ciegas en varias rondas. Esta distinción vuelve a poner al Malbec argentino en lo más alto del podio, como ya ocurrió en 2024 con el Gran Dante Malbec de Dante Robino, y en 2023 con el Huentala Calizo Carmin Block 3.
El Phebus Gran Reserva Malbec integra la línea tope de gama de la bodega Fabre, fundada por el francés Hervé J. Fabre en Mendoza en 1993. Se trata de una etiqueta que lamentablemente no está disponible en el mercado argentino, ya que se destina exclusivamente a exportación, con presencia en países de Europa, Norte y Centroamérica, y Brasil. En el mercado europeo, su precio ronda los 25 euros.
Además del Phebus, otros nueve vinos argentinos se llevaron medallas de oro en el certamen, destacándose etiquetas de bodegas reconocidas como El Enemigo, Zuccardi, Luigi Bosca, Finca Flichman, Alta Yarí y Huentala Wines.
Entre los destacados se encuentra el Alta Yari Gran Corte 2023, elegido como el mejor Malbec de Gualtallary, y el Huentala La Isabel Estate Cofermented Blend 2023, que se consagró como el mejor blend argentino.
En total, Argentina logró 175 medallas, de las cuales 10 fueron de oro y 78 de plata, consolidándose como un actor relevante en la escena mundial. Si bien quedó en el octavo lugar del ranking general, liderado por Francia, España, Australia y Portugal, logró superar a países como Chile, Estados Unidos y Canadá.
La calidad de los vinos argentinos sigue cosechando elogios internacionales, en gran parte gracias al trabajo meticuloso de enólogos, agrónomos y bodegueros que apuestan por la innovación sin perder la esencia del terroir. Casos como el de Fabre Montmayou, que también obtuvo medalla de oro por su Cabernet Franc Reserva, son una muestra del nivel alcanzado.
Esta nueva consagración no solo reafirma el prestigio del Malbec como emblema nacional, sino que también visibiliza el talento y la dedicación de quienes forman parte de la industria vitivinícola argentina. Un motivo de orgullo que invita a brindar.