Por: Redacción constructivaonline.com.ar

El gobierno de Mendoza dio un nuevo paso para reactivar el sector hidrocarburífero convencional con la presentación, en la sede del Consejo Federal de Inversiones, de 17 áreas maduras, de las cuales 12 son de exploración y 5 de explotación.

La mayoría de las áreas se encuentran ubicadas en el sudoeste de la provincia, especialmente en el departamento de Malargüe, subrayado durante 2025 como una región clave para el desarrollo energético mendocino y con una amplia historia petrolera.

El objetivo central del proceso es atraer petroleras de menor escala, con mayor flexibilidad operativa, que puedan reactivar campos maduros y contribuir a mejorar los niveles de reservas y producción provincial.

Durante la apertura del evento, la ministra de Energía y Ambiente, Jimena Latorre, explicó que la diferencia entre áreas exploratorias y productivas responde a una estrategia clara, considerando que Mendoza busca recuperar campañas de exploración que permitan identificar nuevas oportunidades de inversión.

“Necesitamos ampliar la frontera productiva y generar información que permita levantar la producción en la provincia”, afirmó la funcionaria ante representantes de petroleras y empresas de servicios.

El roadshow contó con la presencia de compañías como Hattrick Energy, PCR, Phoenix Global Resources, Taurus, Jota Energy, Roch y Pecom, además de consultores y proveedores del sector.

En la exposición se explicó que las concesiones de explotación se otorgarán por un plazo de 25 años, mientras que en el caso de la exploración se prevé un primer permiso de tres años, seguido por un segundo de dos años y la posibilidad de una prórroga adicional.

El pliego licitatorio contempla que los oferentes puedan proponer regalías variables en función de sus planes de inversión, con un piso mínimo del 5%, junto a incentivos provinciales orientados a reactivar la producción convencional.

El subsecretario de Energía, Manuel Sánchez Bandini, explicó que la provincia busca duplicar la cantidad de operadores para mejorar la eficiencia del sector. Muchas de las áreas fueron exploradas originalmente por YPF y luego dejadas de lado por razones económicas o estratégicas.

Según el funcionario, operadores más pequeños y especializados pueden activar estos activos, hacerlos rentables y contribuir a recuperar reservas. El objetivo oficial es que todas las áreas estén adjudicadas en el primer cuatrimestre de 2026.

La presentación técnica estuvo a cargo del geólogo Raúl Gorroño, un referente histórico del sector con más de cinco décadas de trayectoria.

La delegación mendocina explicó durante más de dos horas los detalles y las características geológicas, productivas y operativas de cada bloque.

Las áreas de explotación y su potencial

Las cinco áreas de explotación incluidas en la licitación son Atamisqui, El Manzano, Puntilla de Huincán, Loma Cortaderal–Cerro Doña Juana y Puesto Molina Norte, todas con distintos niveles de desarrollo previo y potencial de reactivación.

Atamisqui, ubicada en la Cuenca Cuyana, cuenta con más de 50 pozos perforados y una producción acumulada cercana a los dos millones de metros cúbicos de petróleo. El gobierno rechazó la prórroga solicitada por el anterior concesionario por incumplimientos formales.

El Manzano, en la Cuenca Neuquina, fue revertida por YPF como parte de su estrategia de concentración en el no convencional. La provincia ahora busca un nuevo operador que reactive las zonas productivas del bloque.

Puntilla de Huincán, también en Malargüe, presenta reservorios en múltiples formaciones geológicas y es considerada apta para operadores especializados en recuperación secundaria y optimización de activos de baja escala.

En el caso de Loma Cortaderal–Cerro Doña Juana, el gobierno decidió licitarla como explotación al detectar potencial geológico, pese a que históricamente fue considerada un área exploratoria.

Puesto Molina Norte, con producción registrada hasta 2020, es vista como un bloque con interés exploratorio y posibilidad de reactivación, pese al abandono de varios pozos en el pasado.

En paralelo, la licitación incluye 12 áreas de exploración, en su mayoría ubicadas en Malargüe, con excepción de Zampal y Puesto Pozo Cercado Horizontal, localizadas en el noroeste provincial.

Dos de estas áreas se incorporaron a partir de iniciativas privadas, presentadas por Hattrick Energy y PCR, lo que refleja el interés del sector en avanzar con nuevas campañas exploratorias.

Durante la ronda de consultas, las empresas plantearon inquietudes vinculadas al saneamiento de pasivos ambientales preexistentes y a la posibilidad de desarrollar recursos no convencionales dentro de áreas convencionales.

Desde el gobierno aclararon que los pasivos deberán permanecer bajo responsabilidad de quien los generó y que, si se detecta potencial no convencional, no existen restricciones para su desarrollo.

Finalmente, Latorre destacó que la provincia también avanza en el desarrollo de Vaca Muerta Norte, con áreas concesionadas a YPF, la UTE Quintana-TSB y Aconcagua Energía, y con inversiones ya comprometidas en sísmica y pozos piloto.

La licitación de áreas maduras se inscribe de esta forma dentro de una estrategia integral que combina exploración, producción convencional y no convencional, con el objetivo de reposicionar a Mendoza dentro del mapa energético argentino.