Por: Redacción constructivaonline.com.ar
El presidente y CEO de YPF, Horacio Marín, realizó un balance de gestión ante distintos medios de prensa y se mostró optimista respecto del futuro energético de la Argentina, con foco en el desarrollo del Gas Natural Licuado (GNL) y en la consolidación de Vaca Muerta como motor de crecimiento.
El encuentro se realizó en la sede de la compañía en Puerto Madero, en el marco de un brindis de fin de año.
Marín destacó que el cambio cultural interno y la mejora en la eficiencia operativa están sentando las bases para transformar a YPF en un jugador global. “Estamos construyendo una compañía más competitiva, eficiente y preparada para jugar en las grandes ligas”, afirmó ante los periodistas.
El eje central de la exposición fue el proyecto de exportación de GNL, que Marín calificó como “la mayor inversión en la historia del país”. El ejecutivo aseguró que su objetivo personal es alcanzar 18 millones de toneladas anuales de exportación en la próxima etapa del desarrollo.
Actualmente, YPF ya cuenta con un acuerdo firmado con Eni y ADNOC, que permitiría exportaciones por 12 millones de toneladas por año (MTPA). Sin embargo, la compañía busca ampliar ese volumen a través de nuevos socios estratégicos.
Consultado sobre los contratos de compra de largo plazo, Marín fue prudente pero contundente: adelantó que el 25 de diciembre se firmarán acuerdos que podrían cambiar el panorama del proyecto y consolidar el salto de escala previsto.
Marín también brindó detalles sobre el oleoducto Vaca Muerta Sur, una obra estratégica que ya supera el 45% de avance. Según precisó, para enero de 2027 Argentina exportará 180.000 barriles diarios, cifra que se elevará a 550.000 barriles en 2028.
El CEO subrayó que las mejoras de productividad -31% en fractura y 25% en perforación-permiten alcanzar estos objetivos con menos equipos, optimizando el uso del capital y mejorando la rentabilidad para los accionistas.
Otro de los hitos destacados fue el cierre definitivo del programa de campos maduros, un proceso que YPF intentó durante una década sin éxito. Marín explicó que se trataba de activos que generaban pérdida de valor y distraían recursos estratégicos.
La reorganización del portafolio incluyó también la salida de operaciones en Brasil y Chile, permitiendo concentrar inversiones en los activos donde la compañía es más competitiva y tiene mayor potencial de crecimiento.
En un plano más personal, Marín expresó su orgullo por conducir la petrolera estatal y por el compromiso de sus equipos. “Me levanto todos los días orgulloso de trabajar en YPF y siento el apoyo de la gente que está dispuesta a dar toda su energía por el país”, afirmó.
El ejecutivo trazó además su hoja de ruta personal hasta 2031, año en el que prevé cerrar su gestión. “Mi objetivo es que YPF supere a las grandes compañías mundiales en producción y eficiencia”, sostuvo.
Para finalizar, anticipó que 2027 será un año disruptivo para la economía real argentina, con una explosión de inversiones en gasoductos, oleoductos y la perforación de 800 pozos. Según Marín, ese escenario marcará la mayor inversión extranjera de la historia y consolidará al país como potencia energética regional y global.