Por: Redacción constructivaonline.com.ar

La Argentina atraviesa un proceso de transformación económica que, según Javier Martínez Álvarez, vicepresidente institucional del Grupo Techint, habilita la posibilidad de construir un sendero de desarrollo más sólido y sostenible.

Así lo expresó durante el 24° Seminario ProPymes, que durante dos jornadas reúne en Buenos Aires a las empresas de la cadena de valor del holding industrial.

En su exposición, el directivo sostuvo que la estabilidad macroeconómica resulta una condición indispensable para pensar el crecimiento de largo plazo. En la misma dirección destacó las recientes correcciones económicas y aseguró que generan “una base de apoyo para soñar con una Argentina diferente”.

Martínez Álvarez reconoció avances en variables clave como la reducción del gasto público, la desaceleración de la inflación, la baja del riesgo país y la mejora en indicadores sociales, factores que, afirmó, crean un nuevo contexto para el desarrollo productivo.

Tres motores capaces de impulsar el crecimiento

Durante su análisis, el vicepresidente de Techint identificó tres sectores estratégicos cque cuentan con las condiciones de traccionar el crecimiento económico argentino: el agro, por su fortaleza histórica; Vaca Muerta, por su aporte creciente de petróleo y gas; y la minería, como uno de los grandes proyectos de expansión hacia la próxima década.

Sostuvo que estos sectores pueden convertirse en pilares para una economía más dinámica si se articulan de manera eficiente con políticas industriales y tecnológicas que multipliquen su impacto.

Para dimensionar el desafío, comparó a la Argentina con economías ricas en recursos naturales. Mientras Canadá exporta cerca de 7.000 dólares por habitante y Australia alrededor de 14.000, Argentina apenas alcanza los 1.000 dólares por persona en ese rubro.

El directivo propuso un ejercicio prospectivo hacia 2030, e indicó que aun con un fuerte desarrollo de Vaca Muerta, la minería y el gas, el país podría apenas duplicar ese valor a 2.000 dólares por habitante, lo que evidencia que el verdadero desafío no es solo exportar más recursos, sino agregar valor.

La industria como condición para escalar el desarrollo

Martínez Álvarez enfatizó que el crecimiento sostenible requiere un desarrollo industrial asociado a los recursos naturales, capaz de generar empleo, tecnología y cadenas de valor locales. Señaló que sin industria no hay posibilidad de consolidar competitividad ni de escalar el desarrollo económico.

En ese sentido, planteó que una Argentina integrada debe avanzar en tres planos simultáneos: una inserción inteligente en el mundo, la participación en cadenas globales de valor y un desarrollo social inclusivo.

El ejecutivo subrayó que la clave no es solo integrarse, sino definir cómo y con quién hacerlo, aprendiendo de experiencias internacionales exitosas y aprovechando los ciclos de inversión vinculados al petróleo, el gas, los minerales críticos y el complejo agroindustrial.

Hacia adelante, sostuvo que el país necesita reglas previsibles, estabilidad macroeconómica y una estrategia productiva que combine exportaciones, industria y tecnología. En ese marco, destacó el rol de las empresas y de las PyMEs como actores centrales del entramado productivo.

Finalmente, Martínez Álvarez aseguró que la Argentina se encuentra ante una oportunidad histórica: transformar sus recursos naturales en mayor valor agregado, empleo calificado y una inserción internacional más sólida, capaz de sostener el desarrollo en el largo plazo.