Por: Redacción Constructivaonline.com.ar
Considerada por el Gobierno de Mendoza como la obra aluvional más importante de los últimos 20 años, la ampliación del colector Blanco Encalada, fue inaugurada en un acto donde los distintos actores involucrados acentuaron la importancia del ordenamiento territorial y el desarrollo de infraestructura de defensa hídrica.
En este caso, la extensión del colector es fundamental para prevenir crecidas en una amplia zona donde se ubican las localidades Blanco Encalada, Las Compuertas y Chacras de Coria.
El acto contó con la presencia del gobernador Alfredo Cornejo, la vicegobernadora Hebe Casado; el ministro de Gobierno e Infraestructura, Natalio Mema; la ministra de Energía y Ambiente, Jimena Latorre; la subsecretaria de Infraestructura y Desarrollo Territorial, Marité Badui, y el intendentede Luján de Cuyo, Esteban Allasino.
También participaron estudiantes de la Escuela Técnica Antonio Gurgui, la única institución educativa de Mendoza que otorga título de Técnico en Equipos e Instalaciones Electromecánicas con especialización en Hidráulica.
Entre los detalles de la obra, resaltan los mil metros lineales construidos y la inversión que alcanzó los 5.000 millones de pesos, financiados íntegramente por la Provincia. La capacidad de conducción del nuevo circuito permitirá desviar 70 m³ por segundo hacia el río Mendoza, evitando que las aguas desciendan sin control hacia las áreas urbanizadas.
Cornejo advirtió que, sin esta ampliación, el riesgo aluvional hubiese sido muy alto para un conjunto de barrios cercanos y para otras zonas que se ubican en la trayectoria natural de las crecidas. Remarcó que se trata de una obra “poco visible, pero vital”, comparable con grandes canales como Guaymallén o Frías.
La necesidad de las defensas aluvionales
Por su parte la ministra de Energía y Ambiente, Jimena Latorre, definió la obra como un “hito histórico” para la defensa aluvional del Área Metropolitana, y recordó que la ampliación de los mil metros habilitados se integran a los 6.000 metros ya existentes del colector Blanco Encalada.
Explicó que esta intervención permite canalizar las aguas del río Seco Sosa y derivarlas hacia el río Mendoza, reduciendo el impacto sobre zonas pobladas. Subrayó que la obra aborda de manera concreta los efectos del cambio climático y protege a miles de familias.
Latorre destacó la articulación Provincia-Municipio como condición indispensable para ejecutar obras de esta escala, y celebró el compromiso local dentro de un modelo que debe replicarse para planificar un crecimiento urbano sostenible.
La ministra enfatizó que los $5.000 millones invertidos responden a un enfoque claro en infraestructura que resguarda la vida y los bienes de los mendocinos, y agregó que la obra representa un desafío de ingeniería y un ejemplo de cómo anticiparse a eventos extremos.
Latorre puntualizó que, frente al avance de la urbanización sobre el piedemonte, infraestructura de esta naturaleza representa una mejora sustancial del sistema de mitigación de caudales torrenciales, disminuyendo la probabilidad de inundaciones y daños materiales.
La subsecretaria Marité Badui detalló que la obra brinda “gran seguridad” a la ciudadanía en un contexto de eventos climáticos más intensos, y explicó que la estructura escalonada reduce la velocidad del agua y amortigua el impacto del arrastre de piedras.
Badui remarcó la relación del colector con los tramos dos y tres de la Ruta 82, donde la Provincia también ejecutó obras hidráulicas complementarias.
La funcionaria recordó que el área del piedemonte ha crecido en población y desarrollos urbanos, y que la obra, al ubicarse aguas arriba de la Ruta 82, cumple una función amortiguadora fundamental.
El intendente Esteban Allasino destacó la magnitud del proyecto y lo calificó como “una infraestructura monumental” para la seguridad hídrica. Afirmó que permitirá enfrentar eventos extremos durante décadas y que obliga a ordenar la infraestructura menor en Vertientes del Piedemonte.
Allasino señaló que la zona creció históricamente de manera irregular, sin obras básicas como cordón, cuneta o banquinas, y consideró que, con el colector finalizado, ya no hay excusas para avanzar en la regularización barrial.
El jefe comunal agradeció al Gobierno provincial y a la empresa constructora, y en su rol de ingeniero civil, resaltó que esta obra expresa una visión conjunta entre equipos técnicos, municipio y provincia para resolver problemas reales de los vecinos.
La cuenca del río Seco Sosa es una de las más sensibles a eventos aluvionales debido a los grandes caudales que puede generar. Con estudios hidrológicos del Instituto Nacional del Agua, se determinó que un evento con recurrencia de 200 años puede alcanzar picos de 70 m³/s.
Por esa razón, se decidió ampliar la capacidad del sistema de derivación y conducción. El proyecto incluye una nueva estructura de desvío, un canal trapezoidal de mil metros, muros de desvío, terraplenes, saltos disipadores, enrocados y revestimientos de hormigón.
Toda la solución hidráulica fue modelada con HEC-RAS en 2D, utilizando modelos digitales de alta resolución. Estos estudios validaron el comportamiento del sistema ante eventos extremos y confirmaron su capacidad para reducir riesgos.
Las estructuras fueron verificadas mediante análisis estructurales, geotécnicos y criterios hidráulicos específicos para el piedemonte lujanino. Con la obra finalizada, Mendoza fortalece su sistema de gestión del riesgo aluvional.
La ampliación del colector se integra a otras obras de seguridad hídrica del distrito y complementa la infraestructura de la Ruta 82. La Provincia remarcó que los municipios tienen un rol clave en completar los desagües urbanos.
Con esta intervención, Mendoza consolida un hito estratégico en defensa aluvional, mejora la seguridad de miles de familias y refuerza la planificación territorial para un crecimiento urbano ordenado y sostenible.