

Por: Redacción Constructivaonline.com.ar
La venta de Carrefour Argentina atraviesa horas decisivas. El grupo francés parece haber acelerado su estrategia de retirada del país y, según fuentes del sector, el empresario Francisco De Narváez se posiciona como el favorito para quedarse con las 700 sucursales que la compañía opera en distintos formatos.
El anuncio podría concretarse en las próximas semanas, con un cierre previsto entre septiembre y octubre. Se trata de una operación que marcaría un punto de inflexión en el mercado supermercadista argentino, ya que reconfigurará la competencia y el mapa de empleadores privados en el país.
Carrefour había planeado su salida recién hacia fines de 2025 o principios de 2026, pero las negociaciones se aceleraron en agosto. El grupo europeo busca desprenderse de filiales consideradas no estratégicas y concentrar sus recursos en mercados como Francia, España y Brasil.
De Narváez, con ventaja frente a sus competidores
El ex diputado nacional ya cuenta con experiencia en el sector a través de Changomás, la cadena que adquirió en 2020 cuando Walmart decidió abandonar la Argentina. Desde entonces, consolidó una red de 92 locales en 21 provincias y la Ciudad de Buenos Aires, con más de 9.400 empleados.
Su grupo, GDN, también maneja el Banco de Servicios Financieros y anunció en 2024 una inversión de 300 millones de dólares en el país. Esa combinación de respaldo financiero, conocimiento del negocio y presencia territorial lo coloca en una posición de privilegio en la compulsa.
La propuesta de De Narváez fue canalizada a través del Deutsche Bank, entidad elegida por Carrefour para distribuir las condiciones de venta. En principio, la operación estaba valuada en unos 2.000 millones de dólares, pero las expectativas bajaron y hoy se calcula que podría cerrarse entre 800 y 1.000 millones.
Un contexto de consumo en crisis
La reducción del precio responde a un entorno macroeconómico adverso. El consumo masivo acumula más de 18 meses de caídas, con un derrumbe cercano al 40%. La rentabilidad de las cadenas se achica y, en el caso de Carrefour, la casa matriz debió asistir financieramente a su filial argentina.
Un informe de la consultora Moiguer refleja que, luego de más de un año de recesión, la economía mostró signos de recuperación en 2025, aunque con desigualdades marcadas. Los sectores medio y bajo restringen gastos básicos, mientras que los estratos altos sostienen consumos dolarizados, viajes y compras en el exterior.
Esta brecha provoca estancamiento en las ventas de productos de consumo masivo, al tiempo que crecen rubros como bienes durables, importados y turismo emisivo. Para Carrefour, este escenario aceleró la decisión de retirarse del país.
Los otros jugadores en la puja
Aunque De Narváez corre con ventaja, no es el único interesado. Alfredo Coto, dueño de la cadena que lleva su apellido, presentó una propuesta que, si bien resulta atractiva, no tendría el mismo peso que la del Grupo GDN.
En tercer lugar aparece la oferta conjunta de Inverlat y Newsan. Inicialmente, ambos competidores se habían presentado por separado, pero en las últimas semanas decidieron unir fuerzas para mejorar sus posibilidades.
Los supermercados chinos y la cadena Día también mostraron interés, aunque limitado al segmento Express. Sin embargo, Carrefour busca vender el paquete completo de sus activos y no dividir su operación.
Posible monopolio y control estatal
En caso de que la compra quede en manos de Changomás o Coto, la operación deberá pasar por la lupa de la Comisión Nacional de Defensa de la Competencia. El objetivo será evaluar una eventual posición dominante en el mercado y, de ser necesario, imponer condiciones de desinversión.
Si se concreta la adquisición, el nuevo grupo se convertirá en el mayor empleador privado del país, superando los 30.000 trabajadores. La magnitud de este movimiento obligará a un análisis detallado sobre su impacto en empleo, precios y competencia.
El peso de Inverlat y Newsan
La dupla Inverlat–Newsan también presenta credenciales sólidas. Newsan, con más de 34 años de trayectoria, lidera la producción y distribución de electrónica y electrodomésticos, además de participar en negocios de energía, movilidad urbana y alimentos.
Posee más de 9.000 empleados, ocho plantas industriales y una red de alianzas con marcas internacionales como LG, Motorola, Hisense, Bosch y Revlon. En 2024, ingresó al sector de consumo masivo tras adquirir activos de P&G, lo que amplió su presencia en el mercado local.
Por su parte, Inverlat es conocido por su control sobre Havanna, pero también maneja franquicias como KFC, Wendy’s y China Wok. Además, participa en el sector energético con inversiones en Vaca Muerta, hidroeléctricas y distribuidoras eléctricas.
Una reconfiguración del mercado
La eventual salida de Carrefour refleja una tendencia creciente de multinacionales que se repliegan de la Argentina por la volatilidad económica. En paralelo, empresarios locales y grupos diversificados buscan aprovechar estas oportunidades para expandir su alcance.
El desenlace tendrá un impacto directo en consumidores, proveedores y trabajadores, además de modificar el tablero competitivo del sector supermercadista.
Próximos pasos
El board de Carrefour deberá definir en las próximas semanas cuál de las ofertas cumple mejor sus objetivos. Aunque todo indica que De Narváez es el favorito, el desenlace aún no está cerrado y los demás competidores insisten en mejorar sus propuestas.
De concretarse, la operación no solo marcará un hito en la historia del retail argentino, sino que también pondrá a prueba la capacidad del Estado de garantizar competencia leal y evitar la formación de monopolios.
En un mercado donde la crisis económica sigue siendo protagonista, la salida de Carrefour y la entrada de un nuevo dueño prometen reordenar el futuro de un sector clave para el consumo de los argentinos.