

Por: Redacción Constructivaonline.com.ar
La empresa mendocina IMPSA se prepara para reingresar al mercado estadounidense de grúas portuarias, luego de años de haber quedado desplazada por la competencia asiática. La compañía, adquirida recientemente por el consorcio IAF, planea participar en licitaciones en Florida, con la mira puesta en los puertos de Miami Dade y Jacksonville.
Ocurre que el nuevo escenario internacional abre una oportunidad para el trabajo que desarrolla la firma. Tanto la administración de Donald Trump como el Congreso de Estados Unidos avanzan en leyes y decretos que buscan limitar el uso de grúas de origen chino en los puertos, lo que podría favorecer el regreso de fabricantes como IMPSA.
Fabricación en Mendoza y montaje en EE.UU.
El plan de la compañía contempla producir las grúas en sus instalaciones de Mendoza, con la importación de algunos materiales desde Estados Unidos para cumplir con la normativa “Build America, Buy American” (BABA). Se trata de un requisito clave para acceder a contratos de infraestructura que reciben financiamiento federal.
Además, los dueños de IMPSA evalúan instalar una planta en Florida para la terminación final de los equipos, lo que permitiría optimizar tiempos y cumplir con exigencias regulatorias del mercado norteamericano.
La presentación de los pliegos de las licitaciones está prevista para septiembre, mientras que las ofertas se oficializarán hacia finales de este año.
Un mercado con historia y nuevas reglas
Un dato a considerar es que IMPSA no es ajena al mercado estadounidense. La empresa desarrolló, principalmente en la década de los años 70, una serie de acuerdos de licencia con distintos fabricantes de grúas estadounidenses generando entonces la división IMPSA Cranes y certificando en ese rubro su calidad de clase global.
Ese prestigio alcanzado por la firma mendocina fue remarcado por distintos referentes que conocen en profundidad los mecanismos de la logística y el transporte marítimo.
Uno de ellos es Ricardo Sánchez, Doctor en Economía con más de tres décadas en la actividad y ex jefe de Logística e Infraestructura Marina de la Comisión Económica para América Latina (Cepal).
"IMPSA compitió durante décadas con los los grandes constructores de grúas a nivel mundial. Es un caso poco común porque generalmente las grúas portuarias en el mundo las construyen los austriacos, los alemanes, los chinos, los estadounidenses, los japoneses, países de grandes economías. Haber tenido una empresa que se ganó un lugar compitiendo en el mundo, me parece que es un buen antecedente para tomarla muy en serio", señalaba Sánchez a los medios mendocinos en momentos en que un buque panameño bloqueó el canal de Suez, en marzo de 2021.
Hoy, el panorama es distinto. Una orden ejecutiva firmada por Trump en abril apunta a imponer aranceles a las grúas de barco a tierra y otros equipos vinculados con China. La medida se enmarca en la Sección 301 de la Ley de Comercio y busca proteger la industria naval estadounidense.
En paralelo, el Congreso analiza proyectos de ley como el “Shipbuilding and Harbor Infrastructure for Prosperity and Security for America Act” (SHIPS) y el “Maritime Supply Chain Security Act”, que podrían consolidar esta tendencia restrictiva hacia la competencia asiática.
Road show en Estados Unidos
En este contexto, directivos de IMPSA realizaron un road show en Washington DC y en ciudades del Este de EE.UU., con el fin de posicionar a la empresa como proveedora estratégica de grúas portuarias. En los encuentros participaron autoridades federales y referentes del sector logístico y portuario.
La meta de la compañía es recuperar protagonismo en un sector considerado estratégico, aprovechando la experiencia acumulada y la capacidad industrial instalada en Mendoza.
Reestructuración de deuda millonaria
Paralelamente a la agenda internacional, IMPSA avanza en un frente financiero clave concentrado en la reestructuración de su deuda de 570 millones de dólares. La propuesta fue presentada en la Justicia de Mendoza y será sometida a votación de los acreedores el próximo 15 de octubre.
El plan establece un cronograma de pagos sin quitas de capital, con amortización en nueve cuotas anuales desde 2036 hasta 2044. Entre los principales acreedores figuran el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), Banco Nación, BICE y el grupo Moneta.
La compañía destacó que la propuesta busca preservar la continuidad operativa, los más de 600 empleos directos y la actividad de unas 100 Pymes vinculadas. Además, remarcó el valor estratégico de la tecnología que ha desarrollado a lo largo de sus más de 100 años de historia.