

Por: Redacción Constructivaonline.com.ar
El Gobierno nacional recibió un nuevo respaldo financiero de relevancia internacional luego de que el Banco Mundial y el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), anunciaran que otorgarán a la Argentina créditos por un total de u$s7.900 millones, destinados a apuntalar sectores clave de la economía y acompañar las reformas impulsadas por la administración de Javier Milei.
Según confirmó el ministro de Economía, Luis Caputo, el paquete del Banco Mundial asciende a u$s4.000 millones y estará enfocado en “motores clave de competitividad”. La minería y los minerales críticos, el turismo, la energía y el financiamiento a pequeñas y medianas empresas serán los principales ejes de destino de los fondos.
Caputo recordó que este paso se suma al paquete de u$s12.000 millones anunciado en abril, lo que refleja, a su entender, “la firme confianza en los esfuerzos del Gobierno para modernizar la economía, emprender reformas estructurales, atraer inversión privada y generar empleo”. Todas las operaciones estarán sujetas a la aprobación del Directorio Ejecutivo del Banco Mundial.
En paralelo, el BID comunicó que prevé ampliar significativamente sus operaciones en el país durante los próximos 15 meses. Por el momento, la ayuda, que alcanzará u$s3.900 millones, combinará financiamiento soberano, inversiones directas y movilización del sector privado a través de sus distintas ramas, es decir, BID Invest y BID Lab.
De acuerdo con el organismo, el nuevo paquete se centrará en cuatro áreas estratégicas: consolidación fiscal, impulso a la competitividad, modernización de la infraestructura y promoción de la inversión privada. Estas metas están alineadas con la Estrategia País aprobada en julio pasado por el Directorio Ejecutivo.
Para lo que resta del año, el BID anticipó la aprobación de cinco nuevas operaciones para el sector público por un total de u$s2.900 millones, destinadas a respaldar reformas estructurales. Además, BID Invest destinará u$s1.000 millones adicionales a sectores como energía, minerales críticos, conectividad, servicios de salud y financiamiento a pymes.
Actualmente, la cartera de BID Invest en Argentina es la más grande de toda América Latina, lo que, según el organismo, refleja la prioridad que el país representa en términos de inversión privada.
El Grupo BID proyecta brindar hasta u$s10.000 millones en financiamiento para la Argentina en los próximos tres años, en consonancia con los lineamientos del programa vigente con el Fondo Monetario Internacional (FMI).
El anuncio se conoció en medio de la visita oficial del presidente Javier Milei a Estados Unidos, donde mantuvo una reunión bilateral con Donald Trump. El mandatario norteamericano elogió al libertario por “haber heredado un desastre total” y devolver “estabilidad a la economía de Argentina”, diferenciándolo de lo que calificó como “la desastrosa gestión de Joe Biden”.
Trump aseguró que su secretario del Tesoro, Scott Bessent, “está trabajando para darle a la Argentina lo que necesita”, declaraciones que ratifican el fuerte respaldo político de Washington a la gestión libertaria, en un contexto de negociaciones financieras clave.
El propio Bessent había anticipado un día antes que se estaban evaluando varias herramientas de apoyo, entre ellas un swap, compras directas de divisas y adquisiciones de deuda soberana argentina por parte de Estados Unidos.
Para el Gobierno, este conjunto de medidas representa una clara señal de confianza en el rumbo económico elegido. “Es la validación de que Argentina vuelve a ser un actor confiable en el escenario internacional”, celebraron fuentes oficiales cercanas al Ministerio de Economía.
Los nuevos créditos, remarcan, permitirán reforzar la competitividad del país, ampliar el acceso a la energía, consolidar proyectos de inversión y apuntalar la recuperación productiva. El turismo, además, aparece como una de las grandes apuestas para generar empleo genuino y divisas.
El apoyo financiero se suma así al aval político de Estados Unidos, consolidando un frente de respaldo internacional en momentos en que el Gobierno necesita oxígeno externo para sostener el programa de estabilización.
De esta forma, la Argentina suma un nuevo capítulo en su vínculo con los organismos multilaterales y se prepara para recibir un flujo de divisas que, de concretarse, podría marcar un punto de inflexión en la gestión económica de Milei.