

YPF anunció una nueva ronda de licitación para la cesión de 16 bloques convencionales, como parte de su estrategia de reorganización de activos. Esta iniciativa forma parte del Proyecto Andes y está encabezada por el Banco Santander. Las áreas incluidas están distribuidas en seis clústeres ubicados en Salta, Mendoza, Río Negro, Chubut y La Pampa.
La petrolera nacional continúa de esta manera con el proceso iniciado en la primera etapa del proyecto, en la cual ya había concretado la cesión de 28 activos en provincias clave como Neuquén, Mendoza, Río Negro y Chubut. Esta nueva fase refuerza el giro estratégico de la compañía hacia una operación más eficiente y focalizada en recursos no convencionales.
Las áreas que se pondrán en licitación en esta nueva ronda comprenden los clústeres NOA (Salta), Chachahuen (Mendoza), Malargüe (Mendoza), Agua Salada (Río Negro), Manantiales Behr (Chubut) y MZA No Operado (Mendoza/La Pampa). Este último, al no estar en operación directa, podría atraer a nuevos jugadores interesados en su potencial.
De las áreas maduras al shale
En paralelo al proceso de venta de bloques, YPF también avanzó en la reversión de 11 áreas a las provincias, fortaleciendo su vínculo con los gobiernos locales. Entre los acuerdos más destacados figura el firmado con la provincia de Santa Cruz y la empresa estatal Formicruz, que abarca diez concesiones en el norte provincial. Además, en Chubut se acordó la cesión del área Restinga Alí, mientras que en Tierra del Fuego se negocia un acuerdo similar.
La reorganización del portafolio convencional responde a un cambio profundo en la estrategia de YPF. A partir de 2026, la empresa prevé volcar todos sus recursos al desarrollo de Vaca Muerta, con inversiones de gran escala equivalentes a las que ejecutan las principales petroleras globales.
Este giro estratégico se inscribe en el marco del programa “4x4”, que busca cuadruplicar el valor de la empresa en un plazo de cuatro años, con foco en la rentabilidad, la eficiencia operativa y la sostenibilidad a largo plazo.
Nuevos actores en el mapa energético
Durante la primera etapa del Proyecto Andes, surgieron nuevos actores en la escena energética argentina. Quintana Energy, liderada por Carlos Gilardone, se quedó con los clústeres Estación Fernández Oro (Río Negro) y Mendoza Sur, este último en sociedad con TSB. Por su parte, Bentia Energy (fundada por el exministro Javier Iguacel), en alianza con la neuquina Sima, se adjudicó Neuquén Norte, un conjunto de campos maduros con una producción de más de 2.600 barriles diarios.
En Chubut, PECOM, del Grupo Pérez Companc, tomó el control de los clústeres Campamento Central - Cañadón Perdido y El Trébol - Escalante, consolidando su posicionamiento en la Cuenca del Golfo San Jorge. Estas adjudicaciones reflejan el interés del mercado por activos con potencial de reconversión y nuevos desarrollos.
La primera ronda del proyecto captó más de 60 ofertas por parte de 30 compañías nacionales e internacionales, lo que augura una alta competitividad para esta nueva fase. Con esta segunda etapa en marcha, YPF continúa su camino hacia un modelo de negocios enfocado en el shale, la eficiencia y la generación de valor sostenible.